24 July 2010

DESTERRADAS DE LA INDUSTRIA MUSICAL: HOLLY VALANCE



Son extensos los casos de cantantas que habiendo sido ignoradas en su momento más propicio por crítica y público, han acabado por convertirse en el referente musical de otras de mayor caché, dotándolas a las primeras de la importancia que en su día nadie supo apreciar.

El ejemplo práctico lo encontramos en Holly Valance. Ésta pizpireta australiana con pinta de comérselas dobladas, jugó, sin ser consciente de ello, un papel determinante en el futuro de la música pop avanzada. Su obra marcó las coordenadas musicales de hacia dónde debía dirigirse el pop más insustancial del s. XXI, fusionando el recuerdo joven del tecnopop ochentero con unas guitarras eléctricas desbocadas pero armoniosamente revestidas por la buena nueva de la electrónica contemporánea. Resultado: State of Mind(2003).


State of Mind fue el single presentación de su segundo trabajo discográfico, bautizado con el mismo nombre y compuesto de 12 temas que basculaban entre el clásico chochipop y el electropop más radio-friendly del que posteriormente se adueñaría Britney Spears de la mano de su Greatest Hits: My Prerogative, publicado en 2004 y dando buena muestra de ello con Do Something o I’ve Just Begun. Por otra parte, Kylie Minogue ha incluido en su reciente disco Aprhodite un corte llamado Cupid Boy que por sonido y estructura pasaría perfectamente cómo el hijo bastardo de la susodicha State of Mind.

En cuanto a Holly, ni el disco ni el single reportaron grandes beneficios a las partes interesadas, de hecho, a los pocos meses de su publicación, London Records, que también agonizaba como sello discográfico, decidió rescindir el contrato de la australiana, abortando instantáneamente el recorrido comercial del disco y dejándonos huérfanos al resto de la humanidad del que estaba planeado fuera el segundo single, Desire: tres minutos y treinta y siete segundos de orgasmo desesperado.


Dentro de su intrascendente discografía me gustaría destacar también Whoop, tema incluido en su primer disco y ejemplo de cómo debería sonar un mega-hit en idioma anglosajón, sin embargo no tuvo opción a optar a single, cediendo el testigo a Kiss Kiss –la muchacha turca, la reina de la rumba-; Down Boy –anodino donde los haya- y Naughty Girl, otra pieza que merecería ser enmarcada con todos los honores.


Recordar que Whoop fue producida en 2002 y escrita por Karen Poole, que víctima de su propia desnutrición creativa optó por el autoplagio, cediendo unos años después a Kylie Minogue, Wow, ese pequeño excremento formado a su vez por partes de Love at First Sight, Holiday y Whoop.

Actualmente Holly ejerce de digna guest star en numerosas producciones de serie B.

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